Aunque debemos aclarar que no existe un solo dispositivo para obtener energía solar. Los paneles solares están divididos en dos tipos: colectores solares y paneles fotovoltaicos. El primero de ellos es un dispositivo común en varios hogares europeos y americanos, pues permite obtener a bajo precio calefacción, climatización de piscinas y agua caliente para la ducha. Dichos colectores están compuestos por una lámina de vidrio especial, el cual logra captar la energía, la cual es reducida hasta términos moderados mediante “captadores”. Y listo, uno ya puede tener agua caliente en su ducha y sin daños al medio ambiente.
Sin embargo, el mayor beneficio ecológico lo constituye el uso de los paneles fotovoltaicos. Estos paneles no son lisos como los colectores solares, pues están compuestos por numerosas celdas, encargadas de convertir la luz solar en electricidad. Estas celdas obtienen la energía necesaria, la cual es trasladada inmediatamente a una batería, que almacena la energía del Sol, mientras el astro brille. El principal inconveniente para el uso de los paneles fotovoltaicos recaía en el costo, cada vez más oneroso dependiendo de la cantidad de Watts requeridos en un hogar. Sin embargo, con la popularización de estos paneles en Europa y la producción a gran escala, el precio de cada panel fotovoltaico ha ido disminuyendo durante los últimos años. Por ello si quieres energía limpia y a un precio moderado, considera instalar un sistema fotovoltaico para tu hogar… el planeta te lo agradecerá.