En la actualidad, con los avances de la tecnología, los creadores de las consolas de videojuegos cuentan con más alternativas al momento de innovar y hacer más atractivos sus productos. Para mejorar el Xbox 360, Microsoft ha desarrollado Kinect, una nueva manera de controlar los videojuegos. Kinect permite a los jugadores controlar e interactuar con el Xbox 360 sin necesidad de tener contacto físico con el mando tradicional, algo que hasta hace algunos años parecía simplemente imposible.
Kinect es una similar a una pequeña tableta que está apoyada en un eje y que debe ser colocada arriba o debajo de la salida de video de la consola. Cuenta con un sensor de 23 centímetros, el cual puede medir la profundidad de la persona, es decir, captura el movimiento en tres dimensiones de la persona que lo use, además cuenta con reconocimiento facial. Además tiene un micrófono capaz de reconocer voces y de suprimir el ruido ambiente, permitiendo así usarlo en el chat de Xbox Live sin la necesidad de usar auriculares.
El sensor de profundidad del Kinect trabaja con un proyector de rayos infrarrojos y además usa un sensor monocromo que permite que a través de la cámara RGB que posee, el dispositivo vea la habitación donde se encuentra en 3D, en cualquier condición de luz ambiental. Este sensor se calibra automáticamente detectando el tamaño del ambiente y si existen obstáculos como por ejemplo alguna mesa o algún sofá.
Este accesorio del Xbox 360 salió al mercado a competir directamente con el Wii Motion Plus de Nintendo y el PlayStation Move de Sony. Ambos aparatos tienen una finalidad similar a la del Kinect: la de jugar con una sensación de libertad distinta a la de usar los mandos tradicionales. Kinect ha sido considerada por muchos especialistas como una joya tecnológica y pese a que algunos reclamen la ausencia de títulos que puedan jugarse con este accesorio, seguirá manteniéndose entre los favoritos porque significa una experiencia muy divertida para todos aquellos que tengan la suerte de usarlo.